lunes, 8 de octubre de 2007

¡ DEIDA ESPERANZA AFERRADA A LA VIDA POR VOLVER A CAMINAR !


Miércoles en la mañana, su despertador sonó como cualquier otro día dándole aviso para iniciar su jornada habitual de trabajo. Deida despertó pero el dolor que tenía en la parte lumbar de su espalda hacía que se desplazara con mucha calma. Finalmente después de tomar un calmante casero, salió hacia su trabajo en el centro de la capital.” Debía tener una apariencia diferente, mi cara estaba transformada, la verdad el dolor era insoportable, pero consideré que lo más conveniente era presentarme ante mi jefe para desplazarme tranquila hacia el centro de Urgencias establecido por mi EPS”, comentó Deida.

En Colombia hay una evidente crisis en términos de salud, el 84 % de las tutelas interpuestas por los usuarios a las EPS son justificadas ya que las entidades prestadoras del servicio niegan un oportuno servicio argumentando la no autorización de aseguradores, mientras que tan solo un 16 % son tutelas inaplicables para los usuarios debido a que los servicios no están contemplados en los planes obligatorios. Según Alfonso Pardo abogado experto en el tema de EPS, las tutelas y demandas más frecuentes son por la no entrega de medicamentos por parte del asegurador, continuación de tratamiento posterior a urgencias, tratamiento de enfermedades congénitas no autorizadas por el asegurador o rechazo al protocolo médico entre otras. “Las entidades promotoras de salud, solo buscan un lucro económico anteponiendo la calidad del servicio sobre la vida humana”, afirmó Alfonso Pardo.

Deida, llegó sumida en el dolor a urgencias de la cínica San Ignacio, hacia las 10:00 a.m. después de tener que esperar dos largas horas la atendieron, el diagnóstico del Dr. Juan Felipe Muñoz “un espasmo muscular que solo requiere de un acetaminofen o buscapina, esto debe calmar el dolor, no puedo darle incapacidad pues su molestia no es considerada como una urgencia”, le afirmó en su momento Muñoz.

La espera se volvió la única herramienta que Deida Esperanza tenía para seguir adelante. Dos días después de asistir a urgencias el dolor paralizó los tendones de sus muslos y su cadera parecía haber perdido toda la movilidad. “solo pensaba en que ocho días después esto sería tan solo una mala experiencia, y que podría salir a celebrar con Andrés nuestro tercer aniversario” comentó Deida. La espera de 8 días se convirtió en dos largos años, hoy, “Dey” como la llaman sus amigos, es una joven de tan solo 24 años que va por las calles apoyada de una caminador, su vida se consumió en hospitales, médicos y eternos exámenes de laboratorio. El lamentable diagnóstico determinado por un médico, la falta de atención oportuna y la carencia de exámenes especializados son hoy el resultado de que esta joven vea como sus sueños se consumen con el pasar del tiempo en una intolerante espera.
Según un articulo de la revista Dinero publicado en abril del año 2000, “lo más significativo para las EPS fue el resultado no operacional del período, que llegó a los $13.000 millones. Esta cifra corresponde a utilidades por el manejo de portafolio de inversiones diferentes a la salud. Lo cierto es que en los últimos dos años las EPS se concentraron en mejorar el tamaño de sus economías, es decir conseguir muchos más afiliados y bajar el margen de la actividad como tal. De esa manera, mejoraron su flujo de caja, redujeron en buena medida los costos por compra de medicamentos y han tratado de optimizar los gastos de atención por usuario”. Este balance poco alentador para los usuarios de las diferentes EPS, es sin duda alguna una alerta para el Estado Colombiano, pues las cifras entre el año 2000, fecha en que fue publicado el artículo y el 2007 no son distantes al crecimiento en casos de atropellos por parte de las EPS que siguen en continuo aumento, mientras los únicos afectados siguen siendo pacientes como Deida que solo se aferran a la esperanza de una demanda mientras ven pasar la vida desde un ángulo completamente ajeno que no estaban buscando y que gracias a la negligencia del sistema actual de salud se ven consumidos en una derrota que tratan de superar con el día a día.