En Colombia la violencia se ha encargado de que la muerte sea un tema que ya no conmueva, que no genere ningún tipo de opinión pública y por lo tanto que no represente ese amarillismo crudo con el que muchos medios pretenden obtener beneficios propios rompiendo con el esquema de comunicación que debe existir en un público a la espera de respuestas y un medio masivo de información.
De esta manera y bajo este panorama en Usme, un barrio al sur de la capital, vive un personaje quien desde hace 5 años convive diariamente con la muerte, pues su trabajo esta en vigilar y amedrentar a aquellos quien a pesar de las circunstancias buscan aún en los muertos la posibilidad de apoderarse de lo ajeno.”Aquí se ha visto de todo, incluso hemos sabido de compañeros que han estado detenidos por la venta ilegal de cadáveres ,aunque uno a veces no lo puede creer finalmente termina aceptando que en este país ni siquiera la muerte se respeta” asegura don Jesús Octavio Lancheros.
Don Jesús es uno de los vigilantes del Cementerio Central su día a día lo vive en medio de lamentos, lagrimas, tristezas y hasta serenatas....Su trabajo no es como el común de muchos otros pues se ve inmerso en una realidad que para muchos es ajena o simplemente lejana pero él la debe asumir a diario, pues sus rondas transcurren en medio de muchos entierros y visitas a los seres queridos que se encuentran sepultados, “ aquí se ve de todo, desde gente llorando, hasta viejas locas buscando entierros, brujerías y porquerías en medio de las tumbas” afirma don Jesús.
Don Jesús maneja dos horarios diferentes de 6:00 AM a 6:00 PM o de 6:00 PM a 6:00 AM, va rotando de acuerdo a lo estipulado por la compañía para la cual trabaja. “La noche no es tan cruel como todos creen uno ya deja de creer en esos cuentos de fantasmas y espíritus, en lo que realmente debemos concentrarnos es en los vivos esos si que buscan como entorpecer el trabajo de uno”, comenta don Jesús.
Esta historia es entonces una recopilación de los tantos trabajos que encontramos en nuestro entorno, una realidad capaz de recrear y contar una historia que parte de una verdad inminente: la dimensión de la muerte va más allá de lo tangible pues aún después de que esta llega sigue generando una alternativa de vida para muchas personas que dependen de ella para subsistir.
De esta manera y bajo este panorama en Usme, un barrio al sur de la capital, vive un personaje quien desde hace 5 años convive diariamente con la muerte, pues su trabajo esta en vigilar y amedrentar a aquellos quien a pesar de las circunstancias buscan aún en los muertos la posibilidad de apoderarse de lo ajeno.”Aquí se ha visto de todo, incluso hemos sabido de compañeros que han estado detenidos por la venta ilegal de cadáveres ,aunque uno a veces no lo puede creer finalmente termina aceptando que en este país ni siquiera la muerte se respeta” asegura don Jesús Octavio Lancheros.
Don Jesús es uno de los vigilantes del Cementerio Central su día a día lo vive en medio de lamentos, lagrimas, tristezas y hasta serenatas....Su trabajo no es como el común de muchos otros pues se ve inmerso en una realidad que para muchos es ajena o simplemente lejana pero él la debe asumir a diario, pues sus rondas transcurren en medio de muchos entierros y visitas a los seres queridos que se encuentran sepultados, “ aquí se ve de todo, desde gente llorando, hasta viejas locas buscando entierros, brujerías y porquerías en medio de las tumbas” afirma don Jesús.
Don Jesús maneja dos horarios diferentes de 6:00 AM a 6:00 PM o de 6:00 PM a 6:00 AM, va rotando de acuerdo a lo estipulado por la compañía para la cual trabaja. “La noche no es tan cruel como todos creen uno ya deja de creer en esos cuentos de fantasmas y espíritus, en lo que realmente debemos concentrarnos es en los vivos esos si que buscan como entorpecer el trabajo de uno”, comenta don Jesús.
Esta historia es entonces una recopilación de los tantos trabajos que encontramos en nuestro entorno, una realidad capaz de recrear y contar una historia que parte de una verdad inminente: la dimensión de la muerte va más allá de lo tangible pues aún después de que esta llega sigue generando una alternativa de vida para muchas personas que dependen de ella para subsistir.
2 comentarios:
ME PARECE BUENO EL TITULO Y EL DESARROLLO DE LA HISTORIA, PUES ALLI PLASMA DATOS INTERESANTES DE QUIEN SE DESEMPEÑA EN EL CEMENTARIO.
Hola Marcela me parece interesante tu blog.
El trabajo no es deshonrra, bueno uno trabaja para sí mismo y para la familia, es el caso de muchos, pero que tristeza cuando muchos trabajan para fastidiar a los demás. Como decía don José en el artículo, como traficar con cadáveres o las personas que no tienen nada más que hacer buscando hacerle brujería a alguien. Dejen descansar a los muertos en paz.
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